¿Qué rey tuvo La Monalisa de Leonardo da Vinci colgada en su baño?
El famoso retrato de la Mona Lisa, pintado por Leonardo da Vinci, ha tenido una historia interesante y llena de acontecimientos.
Uno de los episodios más curiosos en su recorrido fue cuando estuvo en posesión del rey Francisco I de Francia.
Después de la muerte de Leonardo da Vinci en 1519, el cuadro fue adquirido por Francisco I por una suma considerable de 12,000 francos.
Este rey decidió colocar la obra en un lugar inusual para una pintura de tal importancia: su baño en el castillo de Fontainebleau.
La elección del baño no era tan extraña en el contexto de la época, ya que los baños reales podían ser lugares lujosos y decorativos, reflejando la riqueza y el poder del monarca.
La Mona Lisa permaneció en el baño de Francisco I hasta su muerte, después de lo cual fue trasladada a otros palacios reales, incluidos el Palacio de Versalles y, finalmente, el Museo del Louvre en París.
El recorrido del cuadro no terminó ahí. Durante el reinado de Napoleón Bonaparte, la Mona Lisa fue retirada temporalmente del Louvre para decorar el dormitorio del emperador en el Palacio de las Tullerías, mostrando una vez más cómo la pintura se convirtió en una pieza de lujo y prestigio para los poderosos.
A lo largo de su historia, la Mona Lisa ha sido robada, recuperada y trasladada varias veces, pero su tiempo en el baño de Francisco I sigue siendo uno de los capítulos más pintorescos de su historia.
Hoy en día, la pintura atrae a millones de visitantes cada año en el Museo del Louvre, donde está protegida y exhibida en condiciones especiales para preservar su delicada estructura.